lunes, 1 de febrero de 2010
Panteón de Gripa o de Roma.
El Panteón de Agripa o Panteón de Roma es un templo circular construido en Roma a comienzos del Imperio romano dedicado a todos los dioses (la palabra panteón significa templo de todos los dioses). En la ciudad se lo conoce popularmente como La Rotonda, de ahí el nombre de la plaza en que se encuentra.
El Panteón de Roma, una de las obras maestras más impresionantes de la arquitectura de todos los tiempos, no tiene tanta fama como el Coliseo o los Foros Romanos, pero verlo por primera vez es tanto o más impactante.
Escondido entre las calles estrechas del barrio de Trevi, cerca de la plaza Navona, aparece de repente, sin avisar. Es un espectro, un edificio que allá por el año 128 d.C. ya estaba plantado ahí, seguramente tan imperturbable como ahora. Impresiona sólo pensar lo que ha visto pasar delante de su pórtico, durante casi mil novecientos años. Lo de espectro no es exageración, se nota su antigüedad, se nota muchísimo, parece como si estuviera ya en tránsito hacia el otro mundo… Su aspecto ténue y fantasmal contrasta fuertemente con los edificios y la vida de su alrededor. Y sin embargo, está prácticamente intacto.
El Panteón fue construido por mandato del cónsul Agripa, yerno del emperador Augusto, en el año 27 a.C. Era un templo dedicado a todos los dioses (pan quiere decir todo y theos, dios). Después de varios incendios, que prácticamente lo arruinaron, fue reconstruido enteramente desde los cimientos por el emperador Adriano entre los años 118 y 128 d.C. Adriano mandó escribir en el frontón del pórtico de la fachada principal la siguiente inscripción:
M.AGRIPPA L:F: COS TERTIVM FECIT
Es uno de los edificios más grandiosos de todo el mundo antiguo, según se reconoce en un inscripción mandada colocar por el papa Urbano VIII que dice “Aedificium toto orbe celeberrimum“. Las proporciones y la estructura del Panteón son representativos de la concepción religiosa de los romanos: la morada de todos los dioses, como su nombre indica, aparece como una síntesis del cielo y de la tierra. Por eso el conjunto tiene una planta circular cerrada por una cúpula. Tanto la altura del espacio interior de la cúpula como el diámetro de la pared circular de la planta es de 43,20 m, lo que la convierte en la mayor cúpula de fábrica de la historia. La cúpula de la Basílica de San Pedro fue construida un poco más pequeña por respeto a ésta.
Las técnicas constructivas romanas han permitido a la cúpula resistir diecinueve siglos sin necesidad de reformas o refuerzos. Si nos imaginamos completa la esfera que se inscribe en la gran sala circular y que determina la bóveda semiesférica, tendríamos representado el globo celeste reposando en el suelo. La esfera que reposa estáticamente en el cilindro, tiene un radio de 21,60 m, correspondiendo al radio del cilindro y de la altura.
De cualquier forma, lo más extraordinario del Panteón es que se trata de la primera construcción de la Antigüedad en la que claramente se pretende crear un caparazón, no preocupándose en extremo de los volúmenes exteriores. La arquitectura griega creaba sus edificios para ser contemplados desde el exterior donde se reunía el pueblo para las celebraciones religiosas. En el Panteón, por el contrario, se crea un espacio interior donde los creyentes romanos adoran a sus dioses aislándose del universo exterior porque el cosmos está bajo su cúpula. Realmente la obra es una perfecta síntesis de armonía e inteligencia constructiva y nunca, hasta el Renacimiento, catorce siglos después, el hombre se había atrevido a realizar una obra tan gigantesca. Miguel Ángel dijo de este edificio que tenía “un diseño angélico y no humano“.
El edificio conserva todavía su pavimento antiguo de mármoles y restos de policromía sobre los relieves del pórtico. En las capillas interiores, donde antaño estaban estatuas de las divinidades adoradas, existen hoy capillas con numerosas obras de arte y entre ellas hay tumbas de ilustres personajes de la historia y del arte romanos, como por ejemplo la de Rafael de Urbino y los reyes Victor Manuel II, su hijo Humberto I y su esposa Margarita.
Aunque el Panteón es un monumento cuyos gastos de conservación corren a cargo del Ministerio de Bienes Culturales de Italia, sigue siendo una iglesia en la que se celebran misas y sobre todo bodas. Si te acercas a ver el Panteón en tu visita a Roma es probable que acabes tan impresionado como tantos otros en el pasado…
“El más bello recuerdo de la antigüedad romana es sin lugar a dudas el Panteón. Este templo ha sufrido tan poco, que aparenta estar igual que en la época de los romanos.” Stendhal.
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